domingo, enero 27, 2008

PLENOS EN EL PLENO. I

Fué el único momento de tensión, de peligro, Santiago Villacabras, el concejal de parques y jardines había abandonado el Pleno y se había subido a una palmera de cinco metros , allí encaramado y armado con unas tijeras podadoras amenazaba con hacer palmas con el duro suelo del patio del ayuntamiento.
Desde dentro de la barra de la cafetería yo observaba...y reía, a pesar de estar hasta los güevos de poner cafés en la primera hora de la mañana.

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Dos días antes recogí en correos el paquete postal, en mi casa comprobé impaciente el contenido, estaban las camisetas, los discos y estaba también lo más importante, la camisa de lunares, una camisa muy flamenca adornada con cien lunares verdes. Todo correcto, mi primo de Holanda se había comportado como un campeón.

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Santiago Porras y Pepe el Tiritos, los dos agentes de la policía municipal encargados de vigilar el Pleno del ayuntamiento se situaron bajo la palmera, mirando y señalando hacía arriba se desternillaban de risa.

-¡ Que se caiga el concejal, que se caiga el concejal !-Gritaban al unísono y a compás entre carcajadas compulsivas y apretones de mandíbulas. Acto seguido se pusieron a mear en la base de la palmera sin parar de reir.

Estaban escurriéndose la picha los guripas cuando apareció por el patio la Gorda, la concejala de festejos, una especialista en traer a las fiestas del pueblo a los grupos musicales más malos y horteras, la Gorda se quedó parada, mirando a las porras de los pasmas que empezaron a empalmarse.

-Hey Gordita, ¿tú no eres de festejos? pues vente y hacemos una fiesta, mira lo que tenemos aquí para tí, dos rabos municipales para tí solita.-

La gorda concejala movió su cuerpo hacía los policías y cuando estuvo a su altura se puso de rodillas, yo empecé a ponerme cachondo.
La tórrida escena fué interrumpida por el sonido de un grito, un golpe seco, otro grito y un tintineo, el concejal Villacabras y las tijeras podadoras ya estaban en el suelo.

Pero eso sólo era el principio.

-Hey chicos, subid aquí arriba.- la secretaria del Alcalde gritaba alegre y completamente desnuda desde el balcón de la alcaldía.

Los guripas se olvidaron de la gorda y se fueron hacía las escaleras pués Mónica, la secretaria, estaba cañón.
La Gorda por su parte, al verse sola, se fué a por Villacabras que se debatía entre el dolor de la caída y las risas compulsivas, le bajó los pantalones y empezó a chupársela, Villacabras se quedó completamente callado, se ve que la concejala era buena en su trabajo.

Mientras todo esto ocurría en la planta baja, en la idem superior se desarrollaba el Pleno ordinario, gobierno y oposición se enfretaban e insultaban cada semana mientras algunos ciudadanos bostezaban despatarrados en los asientos para el público.Eso es lo que sucedía en un pleno normal, pero el de aquel día era especial y lo de abajo sólo un aperitivo.

Me apreté los machos y me dispuse a subir.

2 comentarios:

superstar dijo...

life just good

Anónimo dijo...

Con los mios.

¿Te sobra saliva mental Portero?
Echalé cojones, contruye una frontera invisible donde la indiferencia sea lo que más joda a tus enemigos, ya sea habituales o no....

Vete a buscar hilos de metal para coser tu prosa y no contestar al que te toca las bolas buscando astillas en tu bate de beisbol lexico....

Y si lo consigues, me cuentas como, porque yo no tengo cojones de callarme y no gritar cuando clavan puntillas puntillosas en mis pelotas...

Asi que derrocha talento y originalidad en tu hueco, en tu espacio, y sigue con los tuyos, que yo lo hare contigo, o sea, con los mios...

Un saludo