miércoles, agosto 23, 2006


EL LADO SANO DE MI CABEZA I.

La curva más peligrosa de la tierra, allá donde más pilotos hayan caído debería llevar su nombre, Lucía, esa mujer era toda curvas y estaba bañada, todita entera, del dulce peligro que atrae a los fulanos amargos cómo yo.
Curvas peligrosas dentro de una camisetita de tirantes a rayas y de unos tejanos hechos para su culo y sus tacones.
Los dos mexicanos llevaban las sillas plegables y la música, Patricia, la otra chica, las bebidas.
El after en la playa estaba preparado y yo, por purita casualidad, estaba allí, a la horita justa.
Las ocho de la mañana en la playa y todo es bonito, mi resaca se funde con el sonido de las olas y éste inyecta en mi mente, muy agitada, el efecto valium deseado por mi cuerpo ya vencido.
El grupo after camina en fila india por el estrecho sendero de tablas que conduce a la arena, van detrás mía, a unos metros, Lucía se adelanta y me ofrece una copa. -¿Te tomas algo con nosotros? ¿ron ó cerveza, qué prefieres guapo?.-
Elijo cerveza, me presento y les ofrezco mi ayuda.-para nosotras no ¿si quieres ayudar con las sillas?.-
Ofrezco mis manos al mexicano que iba mas cargado y las rehusa.
-Ahorita no me haces falta pelos necios.-
-Oye, en mi pueblo necio es lo mismo que imbécil.-le digo -
-En méxico es lo mismito que rizos. me aclara el tío.-¡Con todito respeto wein!- me termina diciendo al ver el escepticismo escrito en mi cara.
Con estas llegamos al final del sendero y montan el chiringuito, yo me quedo de pié y Patricia me ofrece una lata de Cruzcampo que acepto encantado.
Conectan el aparato de música, es uno de esos modernos de color plata que se abren, ni puta idea del nombre pero es un cacharro práctico, por pequeño, y no suena mal. Aquello empieza a sonar y pienso al minuto.-un buen cacharro para música de lo peor.-
Les pregunto los nombres, las chicas me contestan, Raúl, el mexicano simpático también, por contra el otro me vacila unos segundos y acaba por decirme que se llama Piter, intuyo que miente.
Lucía se encapricha conmigo, me saca a bailar, brinda con un servidor mil veces, halaga el color de mis ojos y me tira del brazo arrastrándome hacia todos lados.
-Oye Lucía no seas mala, ya sé que estarás acostumbrada a que los hombres se arrastren por tí pero estoy cansado y además no eres mi tipo. le digo sonriendo.
El efecto fue instantáneo y Lucía se fué a por mí.
-¿ No soy tu tipo, guapo?-Me susurra acercando la punta de su nariz a la mía y clavando sus tetas en mi pecho, mezclando el susurro de su voz, también adornado de curvas con mi aliento...un aliento adornado con aromas a bacardi, cerveza y chester.
El efecto Lucía también fué instantáneo, en mi ritmo vital y en la temperatura corporal del mejicano antipático cuya mirada se incendió cómo árbol en verano (para recalificarlo en invierno).
-¿Será la novia?- me pregunto, a la vez que me echo hacia atrás en vista del careto de mastín que ya "lucía" el mozo.
Raúl y Patricia, entre risas y conatos de baíle se enteran de todo, no obstante van a lo suyo.
Yo decido apartarme y camino unos ochenta metros hasta llegar a la orilla, me siento en la arena y contemplo la grandeza del mar, un tipo nada majestuoso a unos cien metros, su perrillo me ve, abandona la ropa del nadador y viene hacía mí, empieza a girar a mi alrededor a la velocidad de un tiovivo de carreras hasta que de un frenazo inverosímil se queda quieto y puedo acariciarlo, está completamente mojado y demuestra mucha alegría, ese tipo además de buen nadador es buen dueño de perros.
Mientras tanto el fuerte viento del Este me traía sus voces, creyentes ellos que desde tan lejos un servidor no oiría nada.
Los ladridos del mastín me llegaban con claridad.
-¿que pasaría si yo lo hiciera con una chica?-le increpaba a Lucía.-Estás regalada.-le seguía diciendo.
Estuve unos veinte minutos en la orilla, el tiempo de fumarme dos cigarros y acabar con la cerveza.-Bueno...-pensé.- les doy las gracias, adiós muy buenas y me abro pa mi casa.-
Cuando voy a medio camino Lucía sale corriendo alocadamente hacia mí, me temo lo peor, yo mantengo el paso, se acerca, se me tira encima, yo quieto como una momia dormida.
-Tu noviete se va a mosquear, sé buena Lucía.-
-¡Ay! me lanza un suspiro embaucador. Un suspiro trasparente como el cristal, cargado de MDMA y ganas de exprimir los sentidos del placer.
-Lucía, ya me voy, ya te dije que estaba cansado y creo que te he demostrado que no eres mi tipo.-
-No por favor, otra copita, ahora un roncito.-
Me sigue sobando, yo quieto, llegamos a la altura del mastín, que gruñe en silencio sentado en una de las sillas playeras.Raul y Patricia no están, fueron al aparcamiento.
-Agárrala compadre.-me dice el mastín.-No ves que la tienes regalada, tócala, aprovéchate.-
-No me gusta aprovecharme de nadie y tampoco me gusta esa palabra.-me dió tiempo a decir antes de que él se levantara en dirección a Lucía.
Primero escupió saliva mezclada con ladridos a diez centimetros de su cara, no recuerdo que la llamó, quizás zorra o buscona, no sé. Acto seguido el mal hijodeputa vino a buscarme la cara, la mala cara.
-¿Y tú, hijo de perra cuándo te vas a largar? Aqui tienes mi cara cabrón, ¡enséñate!-eso me dijo o eso creo recordar que me dijo mientras me daba un potente golpetón a dos manos en el pecho, me movió un poco pero aguanté el tipo.
Antes del segundo empujón intenté explicarle que la playa era de todos y que mi intención era la de irme pero que se tranquilizara. Nada, el segundo empujón cayó, él sabía que yo no pelearía y se aprovechaba así que opté por irme a escape, Lucía salió espantada medio llorando hacía los aparcamientos, yo le hice un gesto de desesperación al mastín, le dí la espalda y me puse a caminar tranquilamente por la playa en dirección a mi casa...mirando de reojo por si acaso pero el mastín no siguió mi rastro.
Al tomar la curva para salir de la playa me acordé de las curvas de Lucía, del buen nadador, de su perrillo y del mastín mejicano, mal perro y peor persona, vergüenza de los buenos mexicanos.
Un desgraciado con el cerebro lleno de ideas rectilíneas junto a una diosa de las curvas, mala mezcla, mezcla explosiva y carne de página de sucesos.
Buenas Noches
Portero de Noche.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me has dejado en ascuas. ¿No hay un continuará?

Guindilla Dutrera. dijo...

No estaba acabado, léelo ahora.

Anónimo dijo...

Muy suave, wey! Qué buena onda...
Jajajaja... Hoy me pasó algo que me hizo pensar en el genoma humano.
Andando por la calle, delante mia, un subsahariano con aspecto desaliñado, alto y delgado, con andares arrastrados. Riss, ras, riiss, raaas... la chanclas pisando los bajos dehilachados de sus vaqueros y yo mirándole andar. "Distinta cadencia a la nuestra", me dije. De repente, de frente viene una tía que nos embiste con sus pechos empitonados sin sostén, debajo de una camisetilla de tirantes, con una cintura de avispa, una melena de leona y unos pitillos que debería sacarse con jabón o vaselina. "Distinta cadencia al andar", me dije.
Y seguí mi marcha, y el negro la suya (digo negro porque ellos mismos dicen que no son "de color", que son negros!). A los segundos, cuando su sangre hace que el cerebro procese la información, voltea la cabeza buscando la retaguardia de la gachí. Aaaahhhh... im-prezionante, se tatua en su frente. Y me digo, este conocé al Jezulín, menuda proyección internacional!!

Y es que da igual de donde venga ni que haya estudiado ni dejado estudiar cada uno, hay cosas que son asumidas de manera internacional en todo el mundo. Palabra de dios!

¿¿Cómo lo haremos para ponernos de acuerdo en éso y no somos capaces de hacerlo para vivir en paz??