miércoles, noviembre 08, 2006


UNA NOTA EN LA TAQUILLA IV.

Tras el paseo turístico que llevé a cabo por todos los rincones visibles del hotel me puse a escribir en la soledad de recepción, sigue lloviendo, sigue el viento soplando fuerte, eso es bueno para mí, el viento me obliga a no escuchar los demás ruidos de la noche.
A las nueve de la mañana cogí la cama tras haber desayunado en Casa Paco, que es el bar de debajo de mi casa, ya sabeis, barra de acero, tapas y raciones, y cuadros de peces en las paredes.
Sobre el mediodía me despertaron las vibraciones, tipo dentista, y el tono sambero enlatado de mi teléfono.Era Pilar.
-Buenos días Guillermo, perdona que te moleste pero el director quiere vernos a todos, es decir, tienes que venirte a una reunión ahora mismo.
-¿Ahora mismo? ¿Voy con las legañas o da tiempo a quitármelas?.-
-Claro hombre.-le saqué una sonrisa.-En media hora si te parece.-
-Vale encanto, no hay mal que por bien no venga, el premio será verte.-
Le saqué otra sonrisa y colgó.

Reunidos en los salones de la planta baja.
En la reunión el director nos presentó a dos tipos, el inspector Suarez y su ayudante Corominas, ambos de la policia nacional. Hechas las presentaciones, Suarez, un cincuenton delgado y alto, de pelo cano y cuidado, pulcramente afeitado y oliendo a Brummel, sacó una carpeta con fotos y tomó la palabra.
-El caso es delicado y ante todo les pido absoluta discreción y que no hablen de esto con nadie, el asunto es que hemos encontrado una conexión entre varias personas desaparecidas, son personas a las que en un principio nada unía en cuanto a lineas de investigación se refiere, ¿me siguen?. Distintas procendencias, distintos estatus sociales, edades y género. Sólo un detalle común, todas estas personas estuvieron hospedadas en este hotel unos meses antes de desaparecer.Esta circunstancia nos pasó desarpercibida durante bastante tiempo, es algo normal, como podrán imaginar hay miles de denuncias por desaparición y un detalle como éste es difícil de apreciar en un principio.

El inspector empezó a repartir las fotos.
Eran personas en verdad muy diferentes, un señor regordete de unos sesenta años, una señora en los cincuenta, una chica veinteañera y la última, el visionado de la última foto hizo levantarse a Lourdes y correr hacia el cuarto de baño, creo que vomitó.
-Es que está embarazada.-dijo tímidamente Fátima para información de los que no lo sabíamos, los policías y yo.
La última pertenecía a un bebé de unos meses, de un año quizás, reposaba riendo en la colcha celeste de una cama de matrimonio con traje de lana blanco y gorrito.
Suarez siguió hablando.
-Intenten recordar a estas personas, cualquier detalle que pueda ayudarnos.-Acto seguido miró a Figueroa.-En cuanto a usted, señor director, tendrá que enseñarme los libros para reservas y hojas de entrada.Tambien una lista de las personas que trabajaron en el hotel durante el último año.Todo al detalle.-
-Por supuesto señor inspector, haremos lo posible por ayudar, la reputación de este hotel es inmaculada.-
Después se dirigió a todos.
-Hablaremos con cada uno de ustedes en privado, espero su colaboración, se pueden hacer a la idea de la importancia del caso, ese niño lleva desaparecido sólo una semana, ya me entienden, sus padres todavía tienen esperanzas.

Inspector y director se perdieron escaleras arriba en busca del despacho del ejecutivo, el resto nos quedamos con el ayudante.

Tenía que decidir rápido, antes de quedarme a solas con el pasma tendría que elegir si le hablaba del diario o dejaba que ellos encontraran la nota en la taquilla como yo la encontré.
El antiguo portero de noche volvía a aparecer, no estaba, no había vuelto, pero otra vez parecía cercano.
Mientras, en mi recuerdo, el aullido de los gatos en el callejón o quizás, el sonido irreal del llanto de un recién nacido en la noche, en mis noches.









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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto va tomando tono de novela negra. Los nombres de los agentes lo dicen todo:
Inspector Suárez y el ayudante Corominas. Este último se sale. ¿De dónde lo habrás sacado?

Guindilla Dutrera. dijo...

He hecho algunos cambios, he liberado el relato de lo anteriormente escrito al capitulo I (una nota...).
He eliminado a algún personaje y cambiado algunos detalles.
Es lo que tiene escribir algo sobre la marcha.
Espero que así os guste más.
Y ya que elimino al señor de negro os cuento la verdad.
El señor de negro apareció de verdad por el hotel , tal como yo conté.
Yo no sabía quien era pero un buen día, al cabo del tiempo, me veo al mismo tipo en televisión, en el programa de la guillen cuervo.
Escribiendo sobre eso y a medio relato se me fué la olla con las historias de fantasmas.