viernes, febrero 22, 2008


LA MIRADA DEL CÍCLOPE BORRACHO.

Me pidió una manzanilla mirándome con su ojo bueno, el otro, el de crital, se mantenía medio cerrado y lloroso, tras limpiarlas con un pañuelo se puso de nuevo las gafas.
Estarían sonando los Ramones, o los Jam, o los Pixies qué se yo, eso
el Kiko, a pesar de sus sesenta y siete años y su amor por La Niña de la Puebla y Farina se lo pasaba por el forro, e incluso a veces, cuando estaba en la fase mas contenta de la borrachera se marcaba un conato de baile mirando a alguna chica, haciendo el payasete conseguía sacarle una sonrisa a alguna de las tantas jóvenes y jipiosas que frecuentaban "El Peligro", mi bar.

-Rubito, ¿no estará remontá? ¿cuánto hace que abriste esa botella?-
-Tranqui Kiko que la abrí ayer para mismo mamón, que ya ni te acuerdas.-
-Bueno ayer, de ayer no me acuerdo, el Ricardito me dio a fumá eso que fumáis ustedes y acabé bebiendo chupitos de güisqui con él y sus amigos los peluos.-
-Si ya te vi, si las niñas te tuvieron que llevar a casa.-

El Kiko vivía a doscientos metros del Peligro así que a menudo acababa la borrachera en mi bar, siempre venía ya cargado pues sus viejos píes de Albañil, jubilado y tuerto, no pisaban otro suelo que no fuera el de los bares, la calle y su casa.
En el apogeo de la melopea se ponía a desentonar por Machín:

"Tengo una debilidad
no sé porqué será
lo noto en tu miradaaaa"


Ya servida la manzanilla, fina y de Sanlúcar, se puso a removerla, a mirarla, a olerla, dándole por fin un sorbo y asintiendo con la cabeza.

-Está buena Rubito, está buena.-
-Buena está aquella rubia que hay en la esquina Kiko, esa si que está buena.-
El Kiko volvió la cabeza buscando a la rubia.
-Pero esa es tu novia mamón.-
-Ya, pero está buena o no está buena.-

Sin hacer más comentario sacó su cajetilla de Ducados, del negro, que del rubio no había entonces, y encendió un cigarrillo.
Tosió, maldijo y se cagó en los curas, las gafas se le empañaron del esfuerzo así que se las quitó de nuevo y las volvió a limpiar con su pañuelo de tela, de esos que ya no se usan.

-Pues el médico ma dicho otra vez que si no dejo el tabaco y el vino me muero, lleva diciéndomelo quince años pero yo aquí sigo, el problema es mi hermana que quiere que me arrecoja en mi casa y no me deja viví.-

Aparte de su hermana el Kiko estaba solo, su mujer se fue con los niños hacía ya años y acabó en Barcelona, se fue a la otra punta de España, no sé porqué pues creo que el Kiko no hubiera ido a buscarla ni a la vuelta de la esquina.
Mucho antes había perdido el ojo en alguna batalla callejera, debido a una pedrá que le propinó algún guerrero de barrio armado con tirachinas .
Era pequeño de estatura y calvo, y las arrugas de su rostro estaban impregnadas de mala vida, de humo de tabaco y putas yonquis de a quinientas pesetas la mamadita.


-Que sí Rubito, que la puta de mi hermana mestá puteando y dice que si no dejo el vino me mete en un centro para viejos, y yo antes muerto que en un sitio desos.
Fijate lo que te digo, antes dejo el vino que me dejo meter en ese lugar, esos lugares son peores que el cementerio.-
-Hombre Kiko, no sé que decirte.-

Efectivamente, no sabía que decirle.


Esa fue la última noche que lo vi dentro de un bar, dejó de venir y también de frecuentar los demás bares y tabernas de las que era parroquiano de honor.
Un mes más tarde me lo encontré por la calle, estaba más delgado y el rojo tinto de su rostro se había vuelto blanco mortecino, su andar era menos alegre.

-Hey Kiko, que alegría verte.-
-Qué pasa hombre.-Me dijo desde otro mundo.

En cierto modo me esperaba su reacción distante, como si no me conociera, estaba claro que había dejado de beber y de fumar pero también estaba claro que había dejado la memoria a un lado atiborrándose de tranquilizantes, lobotomizado por consejos de matasanos y familiares.
Olvidar para dejar de pensar en los buenos momentos, en los días de vino y charla con codo en barra, olvidar el olor y la alegría de los bares para hacer más llevaderos los últimos momentos, sin vino, sin tabaco, sin la anestesia al dolor que te proporciona un coño.

Mientras se liaba un canuto Ricardito me lo contó, tras la primera calada sus palabras cruzaron el humo gris y dulce del cannabis hasta llegar a mis oidos, habían pasado dos meses desde mi encuentro con el Kiko en la calle, un hecho tan sencillo pero imposible de repetir.
El Kiko había muerto.

Fin.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno, Portero. Un relato redondo super bien contado. No sé si este personaje es real, pero bien podría serlo, y además transportable a cualquier lugar del mundo, o sea, universal, como las historias de García Márquez, que nos las cuenta desde un pueblecito recóndito de a tomar por culo, pero tan cercanas a todos nosotros como los adosados que regalaban el Un Dos Tres en Torrevieja. Y además con moraleja fina ¡Qué cojones! A seguir bebiendo, fumando y follando... entre otras cosas. Mil felicitaciones

Guindilla Dutrera. dijo...

Gracias child, tus animos me ayudan a seguir.
Apelo a los demás que leen este blog perdido en la red y les pido, al hijoercuki, al culopompa y a todos los demás, les pido una foto del Kiko trasegando manzanilla fina en el "Peligro", ese nombre de bar que me dió la diosa del bacardí, que no fué pero sí fué, con otro nombre.

Guindilla Dutrera. dijo...

La rubia se fué, el bar cerró y yo también me fuí, eso sí , sigue estando mu buena.

Pussy Galore dijo...

esto me recuerda a un personaje que venia al bar donde trabajé y bebía vodka solo, sin hielo. No se relacionaba con nadie, bebia, y se iba, todos los dias no fallaba ni uno.
El primer dia que falló me temí lo peor...

Anónimo dijo...

Buenas portero. Te habia visto varias veces en el blog de Montero y me decia una y otra vez "una madruga tengo que pasarme por donde el portero".He leido tus dos primeros relatos, y tengo que darte mi mas sincera enhorabuena. Se te reconoce el talento a leguas.
Seguire con el resto de semajante hallazgo.

Guindilla Dutrera. dijo...

Gracias alberto, no sabes la alegría que es tener un nuevo lector, y amigo.
Tienes ya tu habitación reservada, algun día reservaré el hotel entero y haremos una divertida fiesta toda la buena gente que se junta por aquí.
Un abrazo para tod@s.

Anónimo dijo...

Aun me acuerdo la noche que pasamos con el Kiko en casa de cierto personaje cuyo nombre no quiero nombrar. Indescriptible escena grotesca. Saludos desde el Averno...

Dr. Muerte

Anónimo dijo...

He sido una leeora indiscreta de tus relatos y me han sorprendido desde la primera ojeada que eché...porque tú me conoces (o no)y yo creía conocerte por lo mucho que sé de tí. Eso pensaba hasta que empecé a leerte sin buscarte y ahora que voy a buscarte, quizás algún día llegues a conocerme (o no, para ké?...) Por si te interesa estaré detrás de esta pantalla rebañando tus escritos

Andrés Romero dijo...

Gran relato, enorabuena.


Saludos.

Pavlo dijo...

Gran relato. Me gusto cuando habla de la rubia que esta buena, y era su propia novia.

Excelente.

Gracias por comentar mi blog, seguimos el intercambio de opiniones.
Un abrazo!

Guindilla Dutrera. dijo...

Gracias a todos, Masolita la intriga me corroe.

Anónimo dijo...

Es natural que mi intervención te dé curiosidad... estamos rodeados de "extraños/as conocidos/as"... supongo que sólo el destino decidirá la coveniencia de que me dé a conocer o no. Por ahora te aseguro que no nos interesa.
Ya ves, como te dije, vigilo tus frases.
Besos

Guindilla Dutrera. dijo...

Me encanta el misterio Masolita así que bien está. Intentaré que la intriga sea placentera...que no me corroa.Un besazo seas quien seas.Y ya veo que sí, que seguro leeras esto que escribo.

Anónimo dijo...

no habia visto tu llamada pidiendo foto kikera hasta ahorita mismo, después de habértela buscao, porke no te leo for a long time, y mi concubino es el hijoercuki y no lee los comentarios, no más la esencia bloguera cocina de autor.
Lametazo pa ti, rubito, y dale un beso al galleguiño si es ke todavia anda por ahi.